jueves, 25 de febrero de 2016

Los trenes siempre me han recordado a la vida.
Existe la metáfora de tren como oportunidad.
Pero yo siempre he creído que las oportunidades son las paradas, que cada una de estas paradas es un lugar más por visitar y conocer, un lugar más donde aprender.
Cuando hablo de paradas me refiero a personas, me refiero a problemas, a amores, a amistades, a todo tipo de vivencias.
Siempre podemos decidir qué llevarnos con nosotros de cada uno de esos sitios y, además, qué o quiénes queremos que nos acompañen en la exploración.
Por eso a mí los trenes siempre me han recordado a la vida.
Han sido la metáfora perfecta para poder explicar que llegamos a nuestro destino consiguiendo pequeños objetivos y aquellos que tienen el camino fácil, sin el traqueteo constante, sin las múltiples paradas, sin la ida y vuelta de gente, esos, esos no disfrutan del viaje.
Así que, sabrás qué y cuánto has vivido, cuando, en un futuro, recuentes lo aprendido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario